Dos hombres subieron al templo a orar: El uno era Fariseo, y el otro
Publicano.
El Fariseo, puesto en pie, oraba en su interior de esta manera:
“¡Oh Dios!, yo te doy gracias de que no soy como los demás hombres, que
son ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco come este Publicano.
Ayuno dos veces a la semana; pago los diezmos de todo lo que poseo”.
El Publicano, al contrario, puesto allá lejos, ni aún los ojos osaba
levantar al cielo; sino que se daba golpes de pecho, diciendo:
“Dios mío, ten misericordia de mí, que soy un pecador”.
Os declaro, pues, que éste volvió a su casa justificado, más no el
otro; porque todo aquel que se ensalza será humillado; y el que se humilla será
ensalzado.
SE DEBE SABER QUE:
Nosotros no estamos ni apoyamos a aquellos que manifiestan claramente
valores de odio, arrogancia, presunción.
Muchos que dicen estar en sintonía o contacto con nuestras
Inteligencias, con nuestros Valores Espirituales, demuestran con sus
pensamientos, y con sus actos y palabras después, que no es así.
El odio visceral e injustificado que desarrollan contra los Simples,
los Humildes, los Puros de Corazón, los denuncia, los evidencia.
¿Cómo podríamos nosotros estar o entrar en sintonía con estos? ¡No, no
es así!
Sabedlo esto y no os dejéis engañar.
Muchos que eran, ya no son, aunque se obstinen en hacer creer que ellos
están en sintonía con nuestras Conciencias.
Los Discursos y la
Metodología de los Discursos también lo hacen, porque son un
conjunto de Palabras-Números que crean y manifiestan la Naturaleza Astral
de las Almas que se expresan.
Tanta Paz y Buen Discernimiento.
Vuestro, Delhoal.
En viaje a Madrid, 19 octubre 2012-.
Antonio Pastor L.